José era el hijo favorito de su padre, Jacob porque era hijo de su amada Raquel. Jacob tenía siempre muchas atenciones con José, por eso sus hermanos le tenían envidia. Un día Jacob le regaló una hermosa túnica de colores. José estaba feliz.
A veces les contaba extraños sueños como éste:
“Estábamos todos los hermanos en el campo atando gavillas de espigas cuando vi que se levantaba mi gavilla y se tenía en pie, y los vuestros lo rodeaban y se inclinaban ante el mío, adorándole” Ellos le contestaban: “¿Es que vas a reinar sobre nosotros y vas a dominarnos?”
Otro día les decía: “mirad, he tenido otro sueño, he visto que el sol, la luna y once estrellas me adoraban” Ellos pensaban: “¡Qué soberbio!”. En el fondo le detestaban.
Un día, su padre le envió al campo para ver si todos sus hermanos, que estaban cuidando el ganado, se encontraban bien. Cuando lo vieron acercarse dijeron: “Aquí viene el soñador, vamos a matarle y lo arrojaremos a uno de estos pozos y diremos que le ha devorado una fiera; así veremos de qué le sirven sus sueños”
Pero Rubén, que era el mayor y quería salvarle dijo: “No lo matéis, arrojadle en ese pozo que no tiene agua” Sus hermanos lo apresaron, le quitaron la túnica de colores que le había regalado su padre, y lo arrojaron al pozo. Después se pusieron a comer tranquilamente.
Pasó por allí una caravana de camellos que se dirigía a Egipto y entonces Judá, otro de sus hermanos, preocupado por José y temiendo que muriera tuvo una idea mejor: “Vamos a vendérselo a esos mercaderes, pues al fin y al cabo es de nuestra misma carne y dentro del pozo se morirá sin remedio”
Todos estuvieron de acuerdo y lo vendieron por veinte monedas de plata.
José fue llevado como esclavo al país de Egipto.
Luego tomaron la túnica que le habían quitado y la mancharon con sangre de un cabrito, y cuando llegaron a su casa dijeron a su padre: “A José le ha devorado una fiera”
Cuando Jacob reconoció la túnica de su hijo y la vio manchada de sangre, creyó la historia y lloró y se entristeció muchísimo pues quería a José con todo su corazón.
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