LIBROS POÉTICOS Y SAPIENCIALES
Estos libros poseen un elemento común: a través de un lenguaje poético, o bien utilizando proverbios o refranes, nos enseñan las vivencias interiores, sentimientos y esperanzas, no sólo de los autores que escriben, sino que anidan en el corazón de todo hombre y que nunca pasan de moda. Los libros poéticos son los Salmos y el Cantar de los Cantares; los sapienciales son: Job, Proverbios, Eclesiastés, Eclesiástico y Sabiduría.
Libros poéticos
• Los Salmos: El libro de los Salmos es el gran tesoro de la poesía lírica religiosa de Israel. Está compuesto por oraciones, himnos exaltación y también de súplica a Yavé. Agrupa un total de 150 salmos, atribuidos en su mayor parte al rey David aunque otros fueron compuestos durante el Destierro. El salterio o libro de los Salmos, es la colección de cantos religiosos del pueblo de Israel; debes saber que se utilizaban sobre todo para las celebraciones litúrgicas. Si abres el Antiguo Testamento por el libro de los Salmos, observarás una cosa curiosa: casi todos tienen doble numeración. ¿Sabes por qué? Se debe a la diferente división de algunos salmos que hace la traducción griega de los 70, respecto a la biblia hebrea; así por ejemplo, si buscamos Sal 22 (23), el primer número hace referencia a la numeración hebrea y el segundo a la griega.
• El Cantar de los Cantares: Libro especialmente recomendado para todos los que estéis enamorados. Es un poema que exalta y celebra las maravillas del amor humano, con un gran realismo. Este amor humano se interpreta como símbolo del amor de Dios a los hombres, aunque el nombre de Dios no aparece en él. En forma poética se expresa algo tan profundo como la búsqueda del amor. Su composición se sitúa en torno al siglo V-IV a. C. en Palestina.
Libros Sapienciales
• Job: Fue escrito en el siglo V a. C. El nombre lo toma de su protagonista: un creyente que se enfrenta con el dolor y el sufrimiento. ¿No te suena la expresión “tiene más paciencia que el Santo Job”? Lo que este libro hace es plantearse la eterna cuestión de entender por qué existe el sufrimiento si hay un Dios justo, o dar respuesta a lo que tantas veces habrás escuchado ¿por qué me pasa esto a mí? La respuesta es muy clara si lees el libro: Dios es justo. De todos los libros sapienciales es quizá, el que más ahonda en el drama de la existencia humana. El libro parte de una historia popular, la de Job, a quien Dios pone a prueba quitándole poco a poco todo lo que posee. Sus amigos intentan darle respuestas, que eran las clásicas en su época. Job es reflejo del hombre que se pregunta y quiere entender, pero que siempre y a pesar de todo, deposita en Dios su confianza. A través de su historia, el autor pretende enseñarnos que siempre debemos mantener viva nuestra fe y confianza en Dios.
• Eclesiastés: A este libro también se le conoce con el nombre de Qohélet, que significa “el que habla en asamblea”. Probablemente fue escrito por un judío de Palestina en el siglo IV o III a. C. El autor escribe con un seudónimo, y atribuye el escrito al hijo del rey David, el sabio rey Salomón. El hagiógrafo se pregunta en él sobre el sentido de la vida, los momentos de crisis, de dudas, de sufrimiento, y nos invita a disfrutar de la existencia como don de Dios, no perderla en vanidades, y pensar que al final sólo a Él rendiremos cuentas de lo que hemos hecho y de lo que dejamos de hacer.
• Eclesiástico: Es el único libro del Antiguo Testamento que lleva claramente el nombre de su autor: Jesús Ben Sira (Ben en las lenguas semitas significa hijo de), por eso a veces recibe también el nombre de Sirácida. Sin embargo, el nombre más común que se le da es el de Eclesiástico o “libro de la Iglesia”, porque durante los primeros siglos de cristianismo se hizo muchísimo uso de él. En el prólogo, el nieto del autor cuenta que tradujo el libro cuando fue a vivir a Egipto el año 38 de un rey llamado Evergetes, o sea, en el 132 a. C. Por tanto, su abuelo debió vivir sobre el 190-180 a. C., época de la composición del libro. En sus páginas se tratan todo tipo de temas: aparece en él la Sabiduría, que según su autor procede del Señor; también se plantea los interrogantes y dudas de la existencia humana. Su innovación está en que identifica la Sabiduría de Dios con la Ley de Moisés. Trató de dar una nueva presentación de la ley judía, en una época en la que muchos israelitas se dejaban atraer por la cultura griega y se alejaban de sus tradiciones.
• Proverbios: Es la sabiduría acumulada a través de los siglos, reflejada mediante dichos populares o refranes. Se le atribuye al igual que algunos de los otros libros, al rey Salomón. La Sabiduría de Dios aparece hablando en primera persona. Sus objetivos los encontramos perfectamente plasmados en el capítulo 1, 1-7 (Léelos y verás). Es un conjunto de nueve colecciones, de estilo y épocas diferentes. Los más antiguos pueden remontarse a la etapa del Rey Salomón; si bien otras partes se atribuyen a judíos extranjeros, y otras fueron compuestas después del destierro.
• Sabiduría: De nuevo se apunta como autor al rey Salomón, aunque es una estrategia literaria. Fue escrito íntegramente en griego, y su autor fue un judío de la ciudad de Alejandría. Pudo escribirse en la segunda mitad del siglo I a. C. Y es el más reciente de los libros del Antiguo Testamento. El autor, reclama la búsqueda de la sabiduría, que procede de Dios. Es un hombre judío y griego, e intenta pensar su fe judía en la cultura griega. Podemos dividir el libro en tres partes: - el destino del hombre según Dios 1-5 (muestra el papel de la sabiduría en el destino del hombre - el elogio de la Sabiduría 6-9 (expone el origen de la sabiduría y cómo adquirirla) - Meditación sobre el Éxodo 10-19 (ensalza la acción de la Sabiduría y de Dios en la historia del pueblo elegido) 5
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