Saludos de nuestro Director a los que me uno.

Queridas familias.

Iniciamos una semana más de estancia obligada en nuestras casas y de especial transcurrir de los días. Desde la mía, un nuevo mensaje de ánimo para todas las familias de nuestro Colegio y sobre todo para nuestros niños y niñas que, nos consta, se están portando fenomenal.

Por mi parte no tengo grandes novedades que transmitiros. Simplemente recordaros que seguimos durante esta semana nuestra actividad escolar, con tranquilidad, sin agobios, cada cual adaptando los momentos y las tareas a las propias circunstancias familiares… Y que los maestros y maestras seguimos al otro lado de la red a vuestra disposición, con el firme deseo de ayudar y acompañar.

Este viernes publicaremos en Rayuela las notas de la Segunda Evaluación.

Con todo, hoy despierto con especiales  sensaciones y sentimientos que me obligan personal y moralmente a saludar de manera extraordinaria a aquellas familias más cercanas al dolor y al horror vivido en estos días.

Por un lado, mi acompañamiento más sincero y sentido a aquellas familias de nuestra comunidad educativa que directamente están sufriendo esta enfermedad y el dolor, la tristeza, el miedo  y el sinsentido que conlleva. Un abrazo fuerte a aquellos que han tenido que despedir sin despedida a un ser querido o amigo. (Ya hay algún caso que nos toca de cerca a familias del Colegio).

Y por otro lado, hoy mi recuerdo y mi reconocimiento a todos los padres y madres que, por servicio y ayuda a la comunidad, acudís diariamente a vuestros trabajos. Estamos a vuestro lado y os lo agradecemos de verdad.

Pero permitidme que, desde el lugar privilegiado de estar en casa, sentado frente al ordenador, envíe mi abrazo más especial a los padres y madres sanitarios y trabajadores en centros de salud, hospital, servicios de emergencia o residencias de nuestros queridos mayores. A aquellos que convivís diariamente y directamente con esta enfermedad, enfrentados a ella y sufriendo cuanto de dolor y sentimientos genera,  nuestro más sincero agradecimiento y acompañamiento. Gracias por cuidar de nosotros, de nuestros familiares, de nuestros amigos y vecinos... Gracias por dar la cara, por acompañar al que lo está sufriendo, por ofreceros, por “complicar” vuestras vidas por otras, por vuestra profesionalidad,… por estar ahí. A vosotros nuestro ánimo y comprensión… Y esos aplausos que diariamente rompen el silencio de nuestras calles.

Un abrazo, familias, niños y niñas del Alfonso VIII; seguimos con la esperanza puesta en que todo esto pase pronto. Que sigamos, ahora virtualmente,  respirándonos y lanzando esas miradas de las que tanto hablamos en nuestro 50 aniversario.

Saludos y buenos deseos. Cuidaos mucho.

Javier