A los pies de la muralla y al lado de Torre Lucía el colegio Alfonso VIII puso en marcha ayer, con un acto inaugural, la celebración de sus 50 años de historia. Un cumpleaños emblemático que se celebrará a lo largo de todo el curso con multitud de actividades protagonizadas, especialmente, por quienes han pasado por sus aulas a lo largo de este tiempo, en torno a 3.500 alumnos, incluidos aquellos escolares para los que la apertura de este colegio público supuso el acceso a la educación.
Algunos estuvieron ayer presentes, y todos fueron recordados, en el acto inaugural de las bodas de oro, que contó con la presencia de la consejera de Educación, Esther Gutiérrez, y el alcalde, Fernando Pizarro, entre otras autoridades y concejales de la Corporación.
Todos, en cualquier caso, con maestros, alumnos y familiares expresaron su satisfacción por el acontecimiento. «Porque que un colegio alcance su 50 aniversario no es algo que siempre se cumple», dijo la consejera, que agradeció el logro a todas las personas que lo han hecho posible, especialmente «a los profesionales docentes que a lo largo de estos años han proporcionado y proporcionan una enseñanza de calidad».
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